El que insulta pierde: Keiko Vs Ollanta
Escribe: Pedro N. Castañeda Pardo
Queremos dejar nuestra opinión antes del debate presidencial a llevarse a cabo el día de hoy domingo 29 de mayo y a ocho días de las elecciones. Lo que hemos escuchado y visto en este último mes, en verdad, ha sido repugnante. Seguramente muchos van a discrepar conmigo, pero es natural. Sucede que Ollanta ha recibido una severa descarga de críticas, desde el más vil hasta lo más inaudito. Como por ejemplo que, de ganar Ollanta, nos quitará nuestras casas. Semejante estupidez, propalada por connotados hombres de prensa, quienes han tratado de asustar a los peruanos, como si fuéramos débiles mentales.
Lo cierto es que, en este juego de los insultos desmedidos, también ha caído la candidata Keiko Fujimori y su vocero Rafael Rey, quienes, creyendo que con agravios se captan votos, han soltado “sus mejores argumentos” en contra de Ollanta. Convirtiéndolo entonces, al candidato de Gana Perú, en la víctima de este proceso. Naturalmente que, estas calumnias no han descalificado las propuestas de Ollanta, más por el contrario, han tenido un eco favorable en la población.
Me pregunto. ¿Qué hubiese pasado con Ollanta, si no lo hubieran insultado tanto? ¿Cuál sería el porcentaje de apoyo que estaría recibiendo? ¿Es que el pueblo ya despertó y no se deja manipular por los medios de comunicación? ¿Por qué Alan ha tenido que entrometerse de manera disimulada en este proceso?
Lo cierto es que, el plan sistemático para acabar con la candidatura de Ollanta no ha funcionado. A estas alturas de la campaña, el candidato de Gana Perú, está fortalecido, y no porque lo diga este humilde ciudadano, sino porque la gente en la calle lo comenta. Y eso es un indicador de que estaríamos ante el próximo presidente del Perú.
La estrategia del insulto y el miedo ya no funciona en nuestro país. Hoy el pueblo se está inclinando por las propuestas y la tolerancia, pero parece que nuestra clase política y un buen sector de la prensa, aún no han aprendido a entender a las grandes mayorías. Le prestan más atención a las sonajas de monedas que le hacen escuchar los que se sienten dueños del Perú.
El pueblo quiere cambios moderados, pero al fin cambios. En estos días finales de la campaña, seguramente el candidato que insulta perderá en las urnas. No lo decimos por agorero, sino porque los peruanos hemos aprendido a diferenciar la mentira de la verdad.
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jesus -
KNOW -