Vistoso paisaje andino del valle de Huaral. Distrito "Veintisiete de Noviembre"
Seguramente, muchos no van de compartir mi opinión, pero eso es natural. Se avecinan las elecciones del 3 de octubre y nuestra población aún está indecisa en un 20 %, según las encuestadoras “serias” del medio.
Al respecto, es bueno dar una repasada a quienes encabezan las preferencias electorales, formulándose algunas preguntas necesarias:
¿Qué candidato garantiza el desarrollo de Huaral?
Melchor Cárdenas: Candidato del Padín.
Ha prometido más de lo que realmente se puede hacer. Es individualista. Ha gobernado Huaral por cuatro veces (más de 15 años) y no hemos despegado del atraso, del desorden y la corrupción. Sus gobiernos fueron duramente cuestionados por la población, porque NUNCA informó cuánto de dinero manejó en la Municipalidad y en qué los gastó. No ganará las elecciones porque su candidatura es débil. No tiene buenos candidatos en Chancay y Aucallama, y para colmo, lleva a la reelección a regidores que no han brillado en el periodo actual. Su punto negativo: vilipendia a sus competidores a través del canal de TV de “su propiedad”. Eso le hace mucho daño. No ha cambiado su forma de hacer política.
En su lista de candidatos a regidores, de acuerdo a ley electoral debe llevar a jóvenes menores de 29 años. Pero revisando del 1 al 7 no hay ninguno. Demostrando su poco interés por dar una oportunidad a los jóvenes.
Jaime Uribe: Candidato de la familia
Huaral, como nunca, desde hace 7 años viene sufriendo un desgobierno. Un descontento generalizado en más del 80% de la población. Este alcalde ha sido sentenciado en dos oportunidades por la justicia, y le ha sacado la vuelta acudiendo a los Habeas Corpus y Casación. Esta triquiñuela es un mal indicador para un gobernante. Da la sensación de querer entornillarse en el poder a cualquier precio. Eso cansa y ya le está pasando la factura por el descrédito de su gestión.
No tiene un plan coherente de desarrollo. Las calles de Huaral están destruidas a menos de 30 días de las elecciones. Razón no les falta a sus adversarios políticos cuando refieren que, como nunca, la Municipalidad de Huaral ha recibido varias decenas de millones de soles a manera de transferencia del gobierno central y no se sabe en qué se han invertido.
No ha explicado, con claridad, a la población sobre el asfaltado de las calles de la zona sur de Huaral. Todos sabemos que lo ha ejecutado el gobierno regional, pero Uribe y su entorno se ufanan de haberlas realizado.
Otra carga en su contra: lleva a un grupo de regidores de la actual gestión a la reelección. Estos ciudadanos, no saben por qué y para qué están en la Municipalidad. Pero quieren quedarse. Resultado, descrédito de Uribe. A este alcalde parece que no le gusta la fiscalización. Quisiéramos saber cuáles son las propuestas de coco Watanabe, Paco Cama y Jerí, en relación a la fiscalización. No saben, no opinan, no hablan, pero sí cobran.
Otra carga, también, en contra de Uribe, es que habrían solicitado la exclusión del candidato de Aucallama del proceso electoral por tener problemas con la justicia; y el de Chancay, no le da espertanzas de sumar porque es un ilustre desconocido.
Alejandro Marín: Candidato del arbolito.
Gobernó Huaral entre los años 1996-1998. Sus obras están intactas en los pueblos más recónditos de la provincia. Construyó la plaza de armas, Alameda sur, parque El Trébol, entre otros. Para el próximo periodo tiene propuestas muy serias en salud, educación, seguridad, transporte y otros.
Es un personaje sencillo. Lleva como pocos a cinco jóvenes menores de 29 años en su lista. Goza de la simpatía de los sectores más desprotegidos de la provincia.
Su fortaleza: haberse unido con políticos de trayectoria que le aseguran el triunfo, Ing. Ricardo Chavarría al gobierno regional, Pedro Salguero en Aucallama, Luis Casas y la Sra. Aurora Dulanto “Chamaca” en Chancay. Lleva como regidor N° 1 a Eduardo Maratuech Avia, un huaralino muy conocido por sus acciones cívicas.
Alejandro Marín, parece haberse dado cuenta que la unión hace la fuerza. Reza un dicho: "un ciego de nacimiento y un cojo decidieron unirse, de tal unión el ciego vio con los ojos del cojo, y el cojo caminó con las piernas del ciego; caminaron y vivieron juntos...". En la política también es así. Hay que buscar la unidad. Los seres humanos no somos perfectos, pero algo de bueno tenemos, y si eso lo ponemos al servicio del pueblo; entonces, resultará una unidad sólida, capaz de vencer las dificultades propias de toda gestión local, regional y nacional. Son tiempos de unidad. Solos no somos nada, unidos somos todo.
Finalmente, en estas elecciones, a pesar de que los candidatos son 14, los huaralinos acudiremos a elegir al ciudadano que no solamente gobernará, sino que deberá ser capaz de caminar por los viejos rieles de la unidad. Y sólo así hallar el camino del desarrollo para que nuestra querida provincia de Huaral salga del atolladero en que se encuentra.
